Gabriel, lo que nos
hace falta es educación
(Amor, sabiduría)
- Muy raro papá, porque cada vez hay más gente que tiene acceso a la educación.
- Un momento hijo. Empecemos por definir. ¿Qué entiendes tú por educación?
- Una oportunidad de recibir conocimientos.
- ¿Eso no más?
- No, eso supone una capacitación y unas habilidades que permiten vivir decentemente y ser un miembro útil a la sociedad.
-¿Y qué es un miembro útil a la sociedad?
- Y yo que pensaba que ya se habían acabado los semestrales.
- Lo que pasa Gabriel es que a mí me gusta partir de lo que ustedes piensen.
- Mucho cuento es que admitas que nosotros pensamos. La mayoría de los papás ni lo sospechan. Pero yo te voy a devolver la pregunta; ¿tú, papá, qué crees que es educación?
- Algo mucho más amplio y más integral que incluye no solamente la instrucción sino, sobre todo, la formación de la persona.
- ¿Me vuelvo cansón si te pregunto cómo se forma una persona?
- Para eso hijo, no hay métodos, ni venden libros, es ante todo una actitud.
- ¿Qué actitud?
- Mirando los dieciocho años que has vivido con nosotros, ¿no crees haberla descubierto?
- Me parece que mucho interés por cada uno de los hijos y si estuviera hablando mi mamá, diría que mucho amor.
- Así es.
- Pero ese amor es distinto en ti y en mi mamá. En tí es exigencia y en ella comprensión. Y yo creo que las dos se necesitan.
- Sí señor. Por eso un hogar se compone de papá y mamá.
- Sí y uno siente que hace falta la presencia de los dos.
- ¿Cómo así, la presencia?
- Eso… que muchas veces ustedes no necesitan hablar sino que solamente con estar ahí y ser como son, ya uno entiende muchas cosas.
- ¿Y no crees que eso mismo sucede con un profesor en una cátedra, con una maestra de escuela, con un amigo, con un sacerdote?
- Ya ves papá, eso es un modo de ver la educación que no se encuentra en los libros pero que me hace pensar mucho. Y ahora entiendo por qué mi abuela habla de la presencia de Dios.
- Nunca pensé oírte decir eso. Pero para serte sincero, siempre la he sentido en mi vida.
- Yo también. Ustedes me la han hecho sentir. Y me vas a decir que estoy filosofando, pero cuando uno ama siente por dentro la presencia del otro. ¿No será que el problema de la educación consiste ante todo en aprender a amar, en llenarse por dentro para volverse presencia para los otros?