¿Terapia qué, mami?
(Solidaridad, caridad)
- Terapia familiar, Lina. ¿Te dijo algo tu papá?
- Claro. Me llamó a decirme que ya no sabía qué inventar.
- Afortunadamente. Si no, nos estancamos.
- Bueno, ¿pero de qué se trata?
- Se trata de Luis Fernando.
- Me lo imaginé. ¡Luis Fernando problema!
- ¿Ves? A eso vamos: Luis Fernando problema. ¿Cómo crees tú que se siente con ese apellido que le cargan?
- Se lo merece.
- No, Lina. Se merece algo muy distinto. Nuestro apoyo y nuestro cariño.
- ¿Más?
- Mucho más.
- Pero vamos al grano. ¿En qué consiste esa terapia y qué tengo yo qué ver con ella?
- Se ha comprobado, Lina, que no basta tratar a una persona con dificultades.
- ¿No? ¿Por qué?
- Porque el problema no es sólo de ella. Generalmente tiene que ver con su ambiente familiar.
- Claro, ahora vamos a ser todos los de la culpa.
- No la llames culpa. Eso nos llevaría a defendernos y no a colaborar.
- Pero mira cómo tú reaccionas con agresividad, yo con angustia y tu papá con escapismo. Y así cada uno de los demás. Por eso se quiere escuchar a cada uno, trabajar con toda la familia.
- ¿Y a qué horas? Aquí nadie tiene tiempo.
- Pues vamos a hacer tiempo: 7 de la noche, para que estemos todos.
- Yo hoy tengo una reunión y Álvaro su gimnasia.
- Lina…
- ¿Qué, mami?
- ¿Tú quisieras ver bien a tu hermano?
- ¡Claro!
- Pero no pones nada de tu parte.
- Es que no creo en esas terapias.
- Yo sí creo y después de informarme y de comprobar resultados positivos.
- O.K. mami, lista. ¿Pero papi?
- Me vas a ayudar a convencerlo. Él mantiene una alianza contigo. De eso vamos a hablar.
- Con que los trapitos al sol, ¿no?
- Al sol se ve más claro y todo se soluciona. Ya verás. Lo que Luis Fernando necesita es una familia que lo quiera y lo respalde. Todos con todos. Y esa va a ser esta familia.